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Fotografía: J.F.Saborit |
Este pasado sábado, 16 de agosto, fallecía el fotógrafo Antonio
Cerezo, para Alcalá de Henares una parte de su memoria de las últimas décadas. Había
sido también pintor y músico, había editado también algún libro. Pero es
probablemente por su estudio de fotografía de la Plaza de Cervantes por lo que
todo el mundo le conocía.
Recuerdo haberme hecho allí fotos, de pequeña, cuando abundaban
los estudios fotográficos y también las
tiendas de música. De esa época, de esa acera de la Plaza de Cervantes, no se
me olvidan ni el estudio de Cerezo ni la tienda de discos 33 Revoluciones. Dos
sitios curiosos ya desaparecidos.
Recuerdo también el día que echó el cierre a su negocio,
hace unos cinco años, y me pasé a hacerle una pequeña entrevista. No parecía preocupado
por la jubilación, por qué haría con su tiempo entonces, o por la simple morriña.
Parecía, más bien, con la tranquilidad de quien tenía muchas cosas por hacer. Y
no extrañaba, en vista de una vida tan polifacética.
Uno de los comercios
más antiguos de Alcalá de Henares
Me contó que él se había criado en la Plaza de Cervantes,
cuando las baldosas aún no se dejaban ver. Que ahí estaban sus primeros
recuerdos, cuando el que después fue su estudio de fotografía era aún la tienda
de alimentación de sus padres. De los comercios de Alcalá de Henares, el de
Antonio Cerezo era entonces uno de los más antiguos.
Daba la impresión de que la fotografía digital había hecho
mella en su negocio. Como en todos los estudios de fotografía de Alcalá, claro
está. El cierre de su estudio coincidió con el de los Multicines Cisneros. Dos golpes
de nostalgia en el Centro con muy poco tiempo de separación.
El himno de Alcalá de
Henares
En la trastienda de su estudio, ya en desmantelamiento,
guardaba aún algún instrumento musical. También pinturas al óleo, como las que
yo recordaba haber visto de pequeña en su estudio. Ese día me enteré de que él
mismo era el autor, y que entre sus muchas ocupaciones había figurado también
la de copista del Museo del Prado.
Antonio Cerezo también había sido músico. Y contaba con orgullo
que había sido el primero en grabar el himno de Alcalá, con la rondalla en la
que tocaba.
Antonio Cerezo tenía 78 años. Fue enterrado el pasado
domingo en el Cementerio Viejo de Alcalá.
El día que fui a hablar con él, poco antes de echar el
cierre a su estudio, me regaló un dibujo a pluma que había hecho años antes. “Con
mi agradecimiento”, escribió en el dorso. Me abrumaron la insistencia en
hacerme un regalo y la dedicatoria; por su amabilidad, porque era yo quien
debía de estar agradecida de que hubiera querido atenderme. Era, como no, un dibujo
de la Plaza de Cervantes de Alcalá. De la plaza que tantas veces fotografió.
Gran fotógrafo y persona, no sabía lo de la música, si lo de pintar cuadros, tengo una foto de el que puse hacerle un retrato en la tienda, saludos
ResponderEliminarRecuerdo haber entrado en su establecimiento cuando estaba ya liquidando el mismo. Era muy amable, me enseñó sus copias del museo del Prado, sus fotos antiguas..adquirí, finalmente, dos fotografías muy bonitas
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